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Diseño con Chat GPT: 5 cosas que solo un arquitecto de interiores puede hacer por ti

  • Foto del escritor: Angie
    Angie
  • 31 jul
  • 6 Min. de lectura

No recuerdo el momento exacto en que descargué ChatGPT. Seguramente fue uno de esos días en los que todos hablaban de la nueva inteligencia artificial que “hacía todo”. Y como arquitecta de interiores, claramente me picó la curiosidad.

Y sí, lo confieso: fue amor a primer prompt.


ChatGPT me ayuda a ordenar ideas, pulir textos, organizar propuestas, redactar presupuestos con mejor tono, investigar materiales, crear presentaciones e incluso explicarle a un cliente lo que yo ya sé… pero de forma más suave y bonita. Es más, hoy por hoy, cuando necesito buscar algo, ya no abro Google, ni TikTok, ni Instagram. Simplemente le pregunto a mi GPT y ¡listo! Información al instante, redactada, curada, servida.


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¿Es una herramienta poderosa?


Absolutamente. Quien diga lo contrario, vive debajo de un plano mal doblado. Es tan útil como lo fue Google cuando apareció, o Facebook cuando todavía no vendía aspiradoras en Marketplace. Y sí, lo uso tanto que hasta le puse nombre. (No lo voy a revelar porque eso ya es parte de mi vínculo íntimo con mi IA 🤭).


Les dejo la opción de donde pueden personalizarlo.
Les dejo la opción de donde pueden personalizarlo.

He visto personas leyendo el tarot con ChatGPT, conectando con sus registros akáshicos, haciendo listas de mercado, cartas de renuncia, rutinas de ejercicio, hasta terapias emocionales. Y eso está bien.


Pero justo por eso, por lo versátil y poderosa que es esta herramienta, es que veo cada vez más personas creyendo que ChatGPT puede reemplazar a un profesional.


Y ahí es donde me detengo.


Porque una cosa es usar ChatGPT para optimizar tiempos, y otra muy distinta es pensar que ,por ejemplo, te va a diseñar tu casa o remodelar tu oficina sin consecuencias.


Primero, vamos a entender algo básico pero que a veces se olvida: En el mundo de la arquitectura y la construcción hay muchos profesionales. Cada uno con un rol específico.


  • El ingeniero estructural es quien calcula, proyecta, analiza. Él sabe si tu casa aguanta un segundo piso, si ese muro es portante o si necesitas reforzar la losa. Su chamba es que todo se mantenga firme, seguro, y no se venga abajo (literalmente).


  • El arquitecto urbanista diseña la experiencia de ciudad: Define cómo se conectan los edificios con la vereda, qué tan amable es el tránsito peatonal, cómo fluye el espacio público. No está enfocado en tu cocina, sino en cómo esa cocina se relaciona con la ciudad, el barrio, la manzana completa. Piensa en grande. Piensa en macro.


  • El arquitecto de interiores –mi especialidad– trabaja justo al revés: Desde la puerta hacia adentro. Somos arquitectos (sí, estudiamos 4 o más años para eso), pero nos especializamos en cómo se habita un espacio ya construido. Conocemos procesos constructivos, estructuras, instalaciones, ergonomía, iluminación, texturas, acabados, flujos y, sobre todo, experiencia espacial real.

    Nuestro enfoque puede ser residencial, comercial o corporativo. Sabemos qué materiales se sienten bien, qué distribuciones funcionan de verdad, y cómo traducir lo que el cliente quiere en espacios funcionales y estéticamente coherentes.


  • El diseñador de interiores, por su parte, también tiene un conocimiento profundo del diseño, pero su enfoque es menos técnico-estructural y más conceptual-estético. Trabaja con espacios ya definidos y los transforma con color, mobiliario, iluminación y decoración, sin intervenir la arquitectura como tal.


  • El decorador o decoradora de interiores es quien aporta los toques finales. Escoge los accesorios, textiles, plantas, cuadros y elementos que hacen que un espacio “converse”, vibre, refleje una intención o un estilo de vida.


☝️ Y ojo, esto no es una jerarquía. Todos estos roles se complementan y son igual de necesarios en un buen proyecto. Cada uno aporta una capa distinta de valor.


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Decir que ChatGPT puede reemplazar a cualquiera de ellos, es como decir que una calculadora puede construir un puente.


Hay algo que todos estos profesionales compartimos —sí, incluso los más serios y numéricos ingenieros— es que, al final del día, todos buscamos lo mismo:


Que los proyectos cuenten una historia.


Una historia construida ladrillo a ladrillo, muro a muro, decisión a decisión.

El arquitecto de interiores, el diseñador, el decorador… todos buscamos entender qué hay detrás del proyecto. ¿Por qué alguien necesita tres dormitorios?¿Por qué sueña con una cocina grande?¿Por qué quiere una sala que invite a quedarse?

A veces es porque ama cocinar. O porque la familia se reúne cada domingo. O porque su perro necesita su rincón de paz.


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Y ese tipo de cosas no se encuentran en Pinterest. Se conversan. Se viven. Se escuchan.

Muy personalmente, creo que el diseño interior tiene el poder de convertir una casa en un museo íntimo de las cosas que más amas. Cada rincón puede hablar de ti, de tus costumbres, de tus sueños, de tu historia. Y eso, por más prompt bien escrito que lances al ChatGPT, es algo que hasta hoy ninguna inteligencia artificial logra captar de verdad.


Porque esa conversación humana, ese “te escucho, te entiendo, diseño para ti”, no está programado. No se activa con un click. Se construye con empatía, experiencia y presencia real.


Y por eso, ahora sí, te comparto:


👇 Las 5 cosas que ChatGPT no puede (ni podrá) hacer por ti cuando se trata de diseño interior.


(Si llegaste hasta aquí, ya sabes que el diseño interior no se genera con prompts. Se vive. Se conversa. Se construye. Y por eso, aquí van las 5 cosas que ChatGPT simplemente no puede —ni podrá— hacer por ti.)


1. No visita la obra (ni sabría qué hacer si lo hace)

La obra es donde todo lo soñado se convierte en realidad. Es donde el papel se transforma en concreto, la idea en estructura, el render en atmósfera. Y en la obra siempre —siempre— hay decisiones de último momento. Un arquitecto de interiores, un diseñador o un arquitecto de verdad, está ahí para ver cómo sucede todo, para resolver en caliente, para coordinar, para ajustar. ChatGPT, por más que lo amemos, no va a calzarse botas ni cascos ni responder a la llamada del maestro de obra a las 6:40 a.m. un martes.


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2. No elige materiales que se sientan bien al tacto

En Doce Arquitectura Interior tenemos una política clara:


Así el cliente apruebe todo en digital, hay una fase de revalidación física de materiales.


Eso significa ir contigo a tocar el porcelanato, comparar texturas, combinar muestras y ver cómo reacciona la luz con los acabados. Hacemos moodboards reales, con tus manos, tus sentidos y tu emoción. Porque el diseño no solo entra por los ojos, también se siente en la piel. Y eso, ChatGPT no lo puede renderizar.


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3. No traduce un brief emocional si tú no sabes contarlo

El brief es el ADN del proyecto. Es donde entendemos quién eres, por qué nos llamaste, qué te molesta de tu espacio actual, qué sueñas, qué necesitas, cuánto puedes invertir y cómo te quieres sentir en ese nuevo entorno. A veces ni el cliente tiene clara toda esa información, pero nosotros sabemos leer entre líneas.

Detectamos gestos, emociones, silencios. Y desde ahí, diseñamos. ChatGPT, en cambio, solo lee lo que tú escribes. Si no le das todo masticado, no lo procesa. No interpreta. No empatiza.


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4. No toma decisiones cuando hay dos proveedores en guerra

Si has estado en obra, sabes que esto es real. Un proveedor llega tarde, otro se adelanta, el instalador de melamina se cruza con el de drywall, y el Gantt se convierte en campo de batalla. Ahí entra el diseñador real: Coordina, negocia, reprograma, evita el caos. Hace respetar los plazos sin romper la armonía del equipo.

ChatGPT no está ahí para defender tu cronograma ni sabe qué hacer cuando al maestro se le olvida el nivel láser en su casa.


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5. No tiene intuición para saber si un espacio se siente bien

La IA puede sugerir combinaciones cromáticas, proporciones y mobiliario. Pero no sabe si tu sala recibe luz natural al atardecer, ni si tu hijo con movilidad reducida necesita mayor amplitud para desplazarse. No sabe si la mesa que viste en Pinterest interrumpe el flujo natural del espacio, o si ese sofá de terciopelo hará que sudes en verano.

Un espacio que se siente bien también debe funcionar bien. Y eso requiere intuición, experiencia y sensibilidad. Cosas que solo tiene un diseñador humano con los pies en obra y el alma en el proyecto.


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🎯 Conclusión: usa la IA, pero no olvides quién diseña de verdad


Sí, ChatGPT es útil. Muchísimo. Pero así como AutoCAD no hace planos por sí solo, ChatGPT no diseña espacios vivibles. El diseño interior requiere contacto humano, escucha activa, conocimiento técnico y ese toque invisible que convierte un espacio en hogar, negocio o refugio.


Así que usa la herramienta, exprímela… Inspírate, busca tendencias, pídele que te cree un moodboard, pero no olvides que quien le da sentido al diseño eres tú y el profesional que contrataste.


Si quieres empezar con ese proyecto que tienes en mente, nosotros podemos ayudarte!


Espero este artículo les permita meditar sobre el uso del Chat GPT y el valor que le aportan los profesionales a tu proyecto.


Saludos,


Angie.

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